martes, 30 de abril de 2013

Ficha explicativa 1: EL JINETE IBÉRICO DE MONTILLA



FICHA EXPLICATIVA  Nº 1
El jinete ibérico de montilla

Esta excepcional pieza constituye un ejemplo de la gran riqueza patrimonial que atesora nuestro Museo Histórico. Procede de un hallazgo casual en el cerro Cocorrón que se adscribe a la presencia de un importante poblado ibérico en la zona, datado entre los siglos V y II a.C.

La civilización tartésica, ascendientes de los iberos en Andalucía, era el único pueblo que los griegos no consideraban bárbaros. El desarrollo del pueblo Ibero se produjo, en gran medida, gracias al contacto que tuvieron sus antepasados  con los fenicios, pueblo de comerciantes oriundos del Mediterráneo oriental que entablaron unas ricas relaciones mercantiles con los habitantes de la Península Ibérica, intercambiando sus variados y abundantes productos agrícolas por los minerales presentes en nuestra geografía, asimismo, aportaron sus técnicas de cerámica a torno, perfeccionando la tecnología del hierro, progresando la técnica de construir, vestir, el cultivo y las técnicas de orfebrería.


Gracias a todo lo anterior podemos conocer el desarrollo de los iberos; sus asentamientos disponían encima de cerros o colinas, rodeados de campos cultivados, formando una red de poblados protegidos por diferentes torres o fortificaciones, uno de estos poblados es el que se encuentra en el cerro del Castillo de Montilla; en la zona de costa intercambiaban sus productos con comerciantes griegos y cartagineses, estos poblados se organizaban a través de jefaturas. Los jefes de estas organizaciones pronto asimilaron las influencias orientales mientras que el pueblo llano las fue asimilando más poco a poco.



La pieza pertenece a uno de esos jefes de un poblado ibérico. Se trata de un jinete en bronce con una altura de 5,80 cm., y 48,30 gramos que lo podemos englobar en el grupo de los conocidos “signa equitum” o estandartes ibéricos tipo “Jinete de La Bastida”. Esta representación obedece al deseo de perdurar la memoria de un antepasado considerándolo como un héroe a caballo, esta idea nos indica la existencia de una élite aristocrática de carácter ecuestre y se colocaba sobre un bastón de madera revestido de una lámina metálica, por lo tanto aquí tenemos la vara de mando de un mandatario. La pieza plasma un hombre sobre un caballo con la representación de una falcata, es decir una espada corta, sobre su abdomen; al ser una representación de un antepasado se consideraba protector del clan familiar, por lo que la obra completa era una vara de mando y un signo de protección.


Nos son muy frecuentes los hallazgos de estas representaciones en la Península; además del jinete montillano destacamos los dos ejemplares encontrados en Espejo que en la actualidad se conservan en la Real Academia de la Historia de Madrid, el jinete del Museo de Cuenca, el “Jinete de Saint Germain” en Francia o el famoso “Jinete de la Bastida” de Valencia. Todos ellos tienen unas características estilísticas similares donde se aprecian las influencias griegas y que conforman un conjunto de gran interés para el conocimiento de la cultura ibera.


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[i] Figuras procedentes del articulo de Alberto J. Lorrio (2006): “Un nuevo estandarte ibérico procedente de Montilla (Córdoba)”.Boletin Asociación Provincial de Museos Locales de Córdoba,7, págs.167-173.